Samuel, un milagro esperanzador
Como un milagro, Samuel sobrevivió a un accidente automovilístico. Al llegar al hospital sin signos vitales, rápidamente, hicieron todo lo posible para reanimarlo, y aunque lograron estabilizarlo, su condición era crítica. Ese día, Samuel se encontraba en la “revueltería”, como ocasionalmente lo hacía, ayudando al vecino, quien le pidió el favor de que le cuidara el negocio por un momento, mientras él hacía algunas diligencias. Hacía un calor intenso, casi a medio día, cuando vigilaba los vegetales y las frutas de los estantes, decidió cruzar hacia una escuelita, donde todavía podía estar atento de la “revueltería”, en búsqueda de una sombra. Caminando notó que rápidamente un carro se acercaba, sin intenciones de detenerse. El carro se había quedado sin frenos y sin suficiente tiempo para reaccionar, Samuel fue atropellado, y así como él narra la historia, “solo sé que sentí como si me hubieran volado lejos, lejos”.
Al escuchar el estruendo del aparatoso accidente, su hermano y una vecina corrieron para auxiliarlo y mientras pasaban los minutos, se iba quedando, poco a poco, dormido, sin poder reaccionar. El mareo era cada vez más intenso y al intentar pararse, no lo lograba, pues el automóvil lo tenía aprisionado en toda su espalda y por más esfuerzo que hacía, cada vez perdía más la fuerza, incluso, hasta quedar inconsciente. Por fortuna, pudieron llegar al hospital.
Pasaron dieciséis días, hasta que Samuel pudo abrir los ojos y comprender qué había sucedido, mientras se veía conectado a las máquinas del hospital, y aunque ya había sobrevivido al accidente, su recuperación apenas iba a comenzar. En total, fueron necesarias nueve cirugías de la cintura para abajo, en la columna y ambas piernas, para garantizar una mejor rehabilitación física. Al salir del hospital con los tutores en su pierna y su columna, sintió el apoyo de su familia, desde el primer momento en el que regresó a casa, así como lo cuenta, “toda mi familia me apoyó para lo que necesitara, los vecinos, mucha gente estuvo ahí pendiente de mi”.
Unos meses más tarde, se fue recuperando y a principios de enero le quitaron los tutores. Entonces, llegó el momento de empezar con el proceso de recuperación y aunque las terapias no fueron nada fáciles, por el dolor tan agudo que le causaban, confiaba y agradecía a Dios por la oportunidad que tenía de poderse parar, nuevamente, de la cama. Sentía una gran motivación al saber que volvería a caminar, después de sentir que tuvo sus piernas y sus brazos casi inmóviles, durante tantos días.
El deporte y la música han sido siempre su pasión, por eso añoraba el momento de recibir una prótesis para volver a caminar y para compartir con su familia. Su hermano, con la esperanza de verlo recuperado, le sugirió que indagara sobre fundaciones, pues sabía que le podían ayudar con una prótesis. Fue así como con la voluntad y el ánimo de recuperarse, buscó en internet prótesis gratuitas en Colombia, y se encontró con Mahavir Kmina. Después de realizar la solicitud, no esperó mucho, hasta que lo llamaron para confirmarle que su cita estaba agendada.
La adaptación no ha sido sencilla y Samuel reconoce que al ponerse la prótesis, para dar los primeros pasos ha sido doloroso, sin embargo, el dolor deja de importarle, porque sabe que podrá hacer muchas cosas con mayor facilidad, así como él mismo expresa, “yo mantengo con dolor todos los días en la cadera, en este pie, pero pues no es como un impedimento para seguir, mantengo con dolor y la verdad uno como que se va acostumbrando a todo eso”.
Buscando hacer sentir mejor a las personas, cuenta su historia de vida, como un vivo ejemplo de que todo es posible. En el camino se ha encontrado con personas que no hallan la manera de retomar su vida con la mejor actitud y uno de ellos, fue un señor de edad que le generó bastante asombro, al compartir algunos momentos en la terapia, pues sintió su angustia y no dudó ni un solo instante en hablarle desde su experiencia, para motivarlo a seguir y empezar a creer en él, diciéndole, “no, usted sí puede a volver a caminar, usted puede colocarse una prótesis”, añadiendo, “pues la verdad, usted teniendo la prótesis, cambiaría su estilo de vida y esa es la mejor opción”.
Samuel sueña con ser un Ingeniero de Sistemas en el futuro y para lograrlo, debe terminar la escuela. El accidente ocurrió durante la pandemia provocada por el COVID-19, y por las dificultades que suponía para él estudiar durante la recuperación, además de la incertidumbre generada por el Coronavirus, tuvo que posponer el colegio. Ahora, con la prótesis, podrá retomar sus clases y así cumplir la meta de graduarse y comenzar a estudiar eso que tanto le gusta.
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